Francisco traicionó nuestra esperanza
Entrevista
Unión civil: “Francisco traicionó nuestra esperanza”, dice Krzysztof Charamsa, expulsado del Vaticano por confesar su homosexualidad
Clarín habló con el teólogo para preguntarle qué opinaba de las palabras del Papa sobre su apoyo a la unión civil entre personas del mismo sexo. Esto nos dijo.
Es probable que durante las casi dos décadas que vivió arropado en el Vaticano, Krzysztof Charamsa no se haya preguntado si su intuición para anticipar acontecimientos en las entrañas de la Iglesia tenía que ver con lo mucho que conocía esas cañerías internas o con una pura cuestión de sentido común.
“No me sorprendería que el Vaticano emitiera una declaración afirmando que el papa no ha dicho lo que ha dicho, como ha hecho en otras ocasiones. Y todo seguirá como antes”, dijo, diez días antes de que la Santa Sede diluyera en lavandina las declaraciones gay-friendly del papa Francisco, este teólogo polaco expulsado de la Iglesia por haber confesado su orientación sexual.
En un documental que se estrenó hace dos semanas en el Festival de Cine de Roma se lo ve a Bergoglio pronunciar estas palabras: “Los homosexuales tienen derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Lo que tenemos que hacer es crear una ley de uniones civiles. Así están cubiertos legalmente. Yo apoyé eso”, reflexiona el papa en Francesco, el documental dirigido por el ruso Evgeny Afineevsky.
Krzysztof Charamsa, el teólogo fue expulsado del Vaticano en 2015. Foto AP / Emilio Morenatti
“Es evidente que el papa se refirió a determinadas disposiciones estatales, no ciertamente a la doctrina de la Iglesia. numerosas veces reafirmada en el curso de los años”, especificó enseguida la Santa Sede en un documento interno de la Secretaría de Estado del Vaticano que se hizo público este lunes.
Más o menos lo que anticipó que sucedería Charamsa.
Krzysztof Charamsa, por si no lo recuerda, es aquel monseñor que horrorizó al Vaticano entero en 2015 cuando convocó una conferencia de prensa en la que anunció que era homosexual. Y que tenía pareja. Salió del lugar bajo el abrazo de Eduard, su novio, que lo llevaba del hombro.
El teólogo polaco tenía, por entonces, 43 años y era secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional Vaticana y oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la versión actual de la ex Inquisición.
Krzysztof Charamsa, en 2015, convocó una conferencia de prensa en la que anunció que era homosexual. Foto: AP / Emilio Morenatti
Enseñaba, además, Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana y en el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum de Roma. Nunca antes un miembro vaticano de tan alto rango había declarado su sexualidad ni había hablado sin filtro sobre la curia y el sexo.
Consultado por Clarín, Charamsa opina sobre las declaraciones de Francisco: “El papa ha permitido que durante dos semanas gran parte de las personas LGBTIQ católicas y no católicas hayan aplaudido acríticamente su ‘paso milenario’, su ‘nueva revolución’. Las redes sociales han sido un mar de adulación del ícono gay Francisco, el presunto ‘defensor de los derechos humanos de las personas LGBTIQ. Todo completamente falso -afirma Charamsa-. La opinión pública ya ha sido convencida de que ‘el reformador ha hecho una revolución’. Es el efecto de una pérfida política comunicativa de la Iglesia.
-¿Cuál?
-La oficina de prensa no ha desmentido o atenuado nada en nombre del papa, sino que lo ha hecho, además, el director jesuita de La civiltà cattolica. En ambientes eclesiales todos sabemos que esta persona tiene hilo directo con el papa y forma parte de la táctica comunicativa extraoficial del pontificado. Para disminuir la importancia de las declaraciones del documental, él ha dicho que ya eran conocidas porque forman parte de una entrevista publicada en México en 2019. Es una buena táctica para atenuar el mensaje sobre los homosexuales: ninguna novedad, ningún peligro de cambio.
-En nuestro primer encuentro luego de su salida del Vaticano, en Barcelona, en 2015, usted dijo que Francisco era una esperanza para la comunidad homosexual. Ese textual suyo fue la tapa de la revista VIVA. ¿Ya no lo ve así hoy?
-En 2015 el papa Francisco parecía una esperanza no sólo para las personas LGBTIQ, sino también para muchas otras personas discriminadas y oprimidas en la Iglesia patriarcal. Era una esperanza para los curas católicos latinos, obligados a la insana ley del celibato y así privados del humano derecho al amor y a la familia. En general, era una esperanza para una Iglesia con dos siglos de retraso respecto del mundo, del desarrollo de los derechos humanos y civiles. Era la esperanza de recuperar las reformas del Concilio Vaticano II, que sus predecesores han neutralizado y rechazado. Tan grande era la esperanza, como grande es hoy la desilusión. Es verdad que la opinión publica y los intelectuales y reformistas católicos no quieren admitir esta desilusión y continúan adulando al papa como reformador. Pero con un mínimo de análisis crítico y de conocimiento teológico, no hay duda de que el número de reformas urgentes y necesarias es cercano a cero. Se trata de una esperanza traicionada, Francisco traicionó nuestra esperanza, pero también bien escondida por la propaganda del pontificado.
-¿Podría dar un ejemplo?
-Pienso que una señal teológicamente emblemática de la traición de la esperanza fue la publicación de Amoris laetitia (2016) que, después de la revolucionaria convocatoria de dos sínodos sobre la familia al principio de su pontificado, debería superar el retraso de la Iglesia con nuevas respuestas sobre cuestiones fundamentales de la vida: familia, divorciados, sexualidad, orientación sexual. Es un documento que no trata seriamente ni las cuestiones vitales ni la responsabilidad de la Iglesia. No ofrece solución al injusto tratamiento de los divorciados por parte de la Iglesia. Denigra y estigmatiza a las personas homosexuales, repite toda la doctrina homófoba y la ley tóxica contra las personas homosexuales. La esperanza que se podía percibir aún en 2015, ya en 2016 no existía.
-En octubre de 2015, una de las tres cartas que usted escribió a sus superiores anunciando que abandonaba sus cargos y funciones en el Vaticano tuvo como destinatario al papa. Allí usted le escribió: “Le agradezco algunas de sus palabras y gestos de pontífice frente a las personas homosexuales. Pero sus palabras tendrán valor sólo y exclusivamente cuando borre todas las declaraciones del Santo Oficio, ofensivas y violentas, sobre las personas homosexuales, hasta que arranque la instrucción obscena de Benedetto XVI que prohíbe la admisión al sacerdocio de personas homosexuales”. ¿Qué valor tiene lo que Francisco acaba de expresar respecto de las familias homosexuales?
-Permítame una pequeña errata: en la carta al papa rechacé públicamente la violencia de la iglesia contra las personas LGBTIQ, pero no anuncié el abandono de mis cargos y funciones en el Vaticano. En mi salida del armario declaré ser una persona homosexual y presenté a la persona que me ha ayudado a vivir en paz mi orientación sexual. Después este anuncio y sin un diálogo conmigo, sin un proceso justo, sin una posibilidad de exponer mis argumentos, fui privado de mis cargos y funciones. No fui yo quien los dejó. Y respondiendo a su pregunta: teológicamente las palabras de un documental propagandístico sobre la vida del papa no tienen valor doctrinal. Solo tendrían valor si fueran declaraciones institucionales, si corrigieran las doctrinas falsas, si repararan las leyes homófobas e injustas, exactamente lo que yo exigía en mi carta.
-¿Para usted lo que el Papa hace es propaganda?
-El Papa enseña oficialmente y hace exactamente lo contrario a lo que comunica informalmente en un contexto no oficial como entrevistas, respuestas en aviones, llamadas privadas y documentales. A la opinión pública debe llegar el mensaje de un papa bueno e inocente, el papa de los abrazos, no el de las doctrinas y leyes injustas que él ha mantenido o impuesto en la Iglesia. Son temas que sólo interesan a los teólogos. Así, el papa no ha reparado la Iglesia. sino su imagen propagandística. Ha creado una perfecta fachada que cubre la discriminación ante los ojos de un mundo cada vez más sensible a las violaciones de los derechos humanos. La Iglesia los viola continuamente pero, gracias a la obra comunicativa de Francisco, la opinión pública no lo percibe como debería.
-Por entonces usted nos dijo que Francisco “era un revolucionario”. ¿Ya no lo es?
-La esperanza de la revolución evangélica de la reforma de la Iglesia ya ha sido traicionada, pero ha traído una novedad no evangélica. El papa ha cubierto con su falsa generosidad hacia las víctimas el perverso sistema del patriarcado, de la homofobia y de la misoginia. En su octavo año de pontificado, se ha revelado como un estratega perfecto para mantener el statu quo y, al mismo tiempo, neutralizar cualquiera justa oposición, desobediencia y lucha por parte de las víctimas en la Iglesia. Las víctimas, l@s discriminad@s se han dejado hipnotizar por sus vacías promesas de reforma.
-¿Cree que Francisco disfraza con declaraciones positivas su rechazo al matrimonio civil entre personas de un mismo sexo?
-Sus palabras sobre las uniones civiles presentes en el documental fueron pronunciadas originalmente en el contexto de su lucha contra el matrimonio igualitario en Argentina, que él califica de “diabólico”. Cuando el amor entre dos personas y la institución pública de esta relación de amor, como es el matrimonio civil, se califica de “diabólico”, se debe entender que el mismo adjetivo califica a las personas interesadas. Esto es imperdonable para un líder mundial. Sus declaraciones positivas, nunca oficiales ni institucionales, sino siempre informales o privadas, pretenden disfrazar no sólo su rechazo al matrimonio civil entre personas del mismo sexo (lo cual, además de no ser competencia de la Iglesia. son una agresión a los derechos humanos y una grave intromisión en las democracias), sino también disfrazar toda la homofobia de su Iglesia.
Madrid. Corresponsal
ap